El futuro de la atención a la salud mental pasa, ineludiblemente, por escuchar los cambios sociales que se están produciendo. Las instituciones que prestamos cuidados a personas afectadas de una enfermedad mental no podemos dar la espalda al tejido social del que formamos parte.
Lo cierto es que la salud mental se encuentra hoy en una encrucijada y ha sido cercada por conflictos de intereses, críticas generalizadas y mala prensa. En este contexto, cada vez cobra más protagonismo la voz de la persona, sus necesidades y expectativas, estamos en un momento propicio para generar experiencias de paciente, ¿tiene que ser traumática una hospitalización por un problema de salud mental?, ¿es posible generar experiencias positivas durante las hospitalizaciones de larga duración, más allá de la propia enfermedad?, ¿qué papel puede jugar la inteligencia artificial en este sentido?.
Estos son alguno de los retos a los que nos enfrentamos. |